domingo, 31 de diciembre de 2017

Las formas de tu amor

Tu amor es un río de luz
que ilumina toda mi vida,
tu amor recorre mi cuerpo
con la gracia de las aves,
tu amor son los versos
que el viento trae a mí,
tu amor en la espuma del mar
que se queda en mis manos,
tu amor es un atardecer dorado
que pronuncia mi nombre
tu amor es un símbolo místico,
tu amor es el eco divino,
tu amor como un canto romántico,
tu amor es mi sueño y mi despertar.

miércoles, 27 de diciembre de 2017

El canto de la sirena

Te anuncias siempre con el atardecer,
bañando cada uno de mis sentidos,
como las olas que besan el espíritu de la playa,
tocas la arena con tu piel de alabastro
y acaricias mi cuerpo con tus labios de coral,
esta es la brisa que sostiene mi dulce obsesión,
tu voz resuena dentro de ecos armoniosos,
me sumerjo en este canto
hasta que estalla en mi pecho
con la presión submarina,
todo se queda en tus manos,
ya ha terminado tu anunciación
y mientras te alejas le ruego
al mar que me lleve hacia ti.

viernes, 22 de diciembre de 2017

El reclamo de una mujer enamorada

Estoy cansada, adormecida
por una soledad sombría,
devastada, muda y triste
como flores sedientas,
pero mi deseo por verte
alimenta mis fuerzas,
yo misma avivo el fuego
que inquieta mi alma,
cada parte de mí reclama tu esencia,
vuelve a mí, vuelve a mi pecho malherido,
que alguna vez fue para ti
un refugio y un consuelo,
vuelve a mí, vuelve  a mis labios sinceros,
que alguna vez te colmaron
de besos y buenas palabras,
vuelve y haz tuyos mis dones y mis lágrimas,
las mieles y los perfumes que destila mi piel,
las horas de mis ojos, las letras de mi nombre,
sobra que te ofrezca lo que ya te pertenece,
toda yo soy innegablemente tuya
y todo tu eres indudablemente mío,
sabes de esta aura, nuestra entrega,
ningún resplandor ni espejismo
presionará de tal forma
como para hacerme ceder,
te ruego que abandones
lo que no te hace feliz,
toda la novedad que
desdibuja tu esencia,
te pido que retornes a mi amor,
que ya te estoy alumbrando
el camino con mi luz.

jueves, 21 de diciembre de 2017

Preciosa

Preciosa de zarcillos celestes,
preciosa de cabellos rizados,
ten cuidado con el viento,
el viento agita rescoldos,
un recuerdo siempre vivo,
pasiones dolientes sobre rencores ceñidos,
promesas cumplidas de un romance sin perdón,
la brevedad y la distancia que espantan la risa,
tristezas que inquietan y abusan del corazón;
déjalos pasar por un lado preciosa,
no quieras guardarlos en tu bolsita,
¿Acaso no has visto tu sombra, preciosa?
Que de ausencia no duerme
y de pensar ya no canta,
deja a los rescoldos perderse,
pues el tiempo no espera
y la primavera se acaba,
ahora que eres joven preciosa,
haz tu camino y recorre fantasías,
que nadie te obligue preciosa
a buscar lo que tu corazón no ansía.

martes, 12 de diciembre de 2017

El tiempo de la ausencia

Aquellas sábanas cálidas,
testigos de nuestro amor
que ofrecieron discreción,
hoy yacen sobre olvidos,
desesperando por nuestra piel,
agitando toda la necesidad,
cuerpos suplicantes de nuestros nombres,
voces de noches perdidas que no reconozco,
¿A dónde se fue el amanecer?
¿A dónde las caricias tuyas?
La lámpara con sus promesas de ayer,
hoy mismo, se ha quedado sin aceite,
te has llevado el verso precioso,
y me has dejado, la desolación.
¿Cómo ya no quieres mi sed?
Ni mi angustia, ni mi desvelo.
¿Cómo ya no quieres mis alas?
Si todo lo demás es encierro;
quizás estoy cegado por la luz,
y tu estas embebida en ilusión,
y juntos somos solo lo que pasa,
poco antes de perder la razón.

La musa que se describe

Esta soy, la quintaesencia,
no puedo contener la sensualidad
que se desborda de mi piel y de mi alma,
que brota con las palabras y con los actos,
cada uno de sus sentidos se arrebata y se envenena,
triunfante agonía de tenerme, como un capricho,
así voy nutriendo sus ideales y placeres,
yo inspiro el método, la forma y el ritmo,
desaparezco y vuelvo, cuando yo quiero.

jueves, 7 de diciembre de 2017

Entre orquídeas y amantes

Inútiles serán todos los lamentos
luego de vivir tu falsedad ansiosa,
caricias que se sienten como tormentos,
una orquídea que pierde su forma airosa.

¿Cuántos son los desvelos de sin sentido
que se quedan solos en la habitación?
estas sábanas rogándome el olvido
y mi dignidad pidiéndome el perdón.

jueves, 30 de noviembre de 2017

Para esperar y desaparecer

Esta es la bruma matinal
con su monstruoso amanecer,
más allá del bosque y de la luz
hay una canción que entonan los cisnes,
no arrebates la frágil quietud,
en un instante se pueden contemplar
las flores que nadan en la laguna,
cuando vuelva el viento nos reunirá
entre las piedras o en el aire,
quédate en mí, hasta desaparecer.

domingo, 26 de noviembre de 2017

Divino presagio

Me doy cuenta,
cuando el viento enfurece y
avanza golpeando las hojas
que arrebata del suelo,
anunciando un deseo inmortal
que no se alcanza.

Me doy cuenta,
cuando las grietas se mueven
separando los senderos
de amigos y amantes,
todo cambia transparente
y no puede volver jamás.

Me doy cuenta,
cuando el frío congela mis
orejas y me  llama sin sonidos
al lugar donde todos van,
presagiando algún tiempo
donde todo se olvida.

Me doy cuenta,
cuando el corazón sobresalta
fuera de este mundo,
dividido en un porqué,
palpita fuerte y duda de todo
hasta calmarse dulcemente.

Me doy cuenta,
cuando pasen todas las horas
y no queden más poemas,
solo tú vendrás hacia mi
para hacer juntos un camino
rumbo a la luz, mi amor.

domingo, 19 de noviembre de 2017

Adorarte

Todas las flores en el campo,
una mañana me hablan de ti,
con sus colores vivos
y sus suaves aromas,
entre arbustos espinosos
que protegen su belleza;
estas son las visiones que me vuelven hacia ti,
que me dan fuerza y mil motivos para adorarte.

martes, 14 de noviembre de 2017

Una mirada perdida

Supe que serían solo mías,
esta sed y la distancia,
entiendo bien mujer,
no puedo tomar tus alas
y hacerte volver,
pero tampoco puedo dejar
de suplicarle a la noche
tu gracia y tu ternura,
tu nombre y tu calor
y no puedo dejar de anhelar
el roce de tus palabras,
el aroma de tu cuerpo
y el sonido de tu voz.

El peso de tus manos
sobre las mías,
persiste en mi alma
y no puedo olvidar,
la dulzura de tus ganas
de quererme besar.

Contemplo días inconsolables,
solo espero fiel en ti mi amor,
meditando estas palabras
busco calma, herido estoy.

Ya no llores más
si tu ángel partió,
pues a esta hora
ya habrá escuchado
tu oración.

jueves, 9 de noviembre de 2017

Bañarse en el río

Es de noche, salgo de mi hogar
para penetrar en la espesura,
ahí donde los cuerpos silvestres
anidan y cazan imponiendo su ley;
camino hipnotizado por una sensualidad abrumadora,
me está llamando una calma total,
mis pasos son como bruscos despertares
sobre una tierra oculta en lo profundo,
senderos entretejidos a través de diversos pisos,
a través de húmedas plantas y exuberante follaje,
a través de ecos aullantes y miradas nocturnas;
todo está tan desnudo, tan llano y entero,
una promesa enterrada por una madre celosa y fiel,
un llanto siempre verde, aun sin yo poder entender
estoy abriéndome, están llevándome a algún lugar;
toda esta maleza azul, después verde, después blanca,
las estrellas fúlgidas, los árboles altos y frondosos,
toda esta oscuridad preciosa me ofrece su hermandad,
me hace sentir libre, protegido y acechado a la vez;
me detengo ante un río de zigzagueantes orillas
y despojándome de mi ropa entro al agua,
ella me cubre hasta la cintura, me abraza,
agua fresca de confortable temperatura,
apenas fría, avivando cada poro de mi piel,
como rejuveneciéndome, como adormeciéndome,
en la orilla se pueden ver los jaguares y las flores,
ya están esperándome,  entre las hojas y la luz,
todas estas flores amarillas, rojas, azules y moteadas
embellecen mi mirada y enternecen el aire con su perfume,
termina el llanto, ya estoy acercándome al despertar;
la brisa de la montaña acaricia la superficie del agua,
los rayos lunares reflejan en el fondo las piedras preciosas,
espinela que seduce con su brillo en todas direcciones,
y mi cuerpo se mueve al ritmo del empuje de la corriente;
este es un lugar donde dormir,
es un abismo completo y final,
me baño en el río y las flores se inclinan,
ojos verdes me miran y rugen con fuerza,
en un impacto celeste que rompe el cristal,
este es mi cuerpo, que se va con el río.

lunes, 6 de noviembre de 2017

Ofelia

Una voz para consentir,
caricias para consolar,
-Vente mi niño, dame esos chinitos,
yo quisiera unos chinitos así - me decías,
yo no podría olvidarme,
déjame ver cómo atiendes a las aves y a las plantas,
llévame a misa y escúchame cantar los salmos,
escúchame rezar y decirle nuestros nombres a Dios;
luego vamos a sentarnos en las bancas un rato,
a ver que amistad nos encontramos,
pero no hay que volver tarde a la casa,                                                       
vamos a merendar pan con chocolate
y cuando todos se vayan de la cocina,
pídeme que me quede a platicar,
cuéntame de los concursos de baile,
cuéntame cómo era la casa hace 30 años,
cuéntame de las escapadas,
de los viajes y las comidas,
y enséñame las fotos de mis tíos y mi mamá;
solo una pregunta me pone nervioso:
-¿Bailamos joven? -
Y hoy me gusta bailar aunque no sepa,
me gusta el mambo y las canciones lentas,
solo por ti.
Ay la nata con azúcar,
el pan con mantequilla,
las gorditas, el caldo de verduras
y el atole para pegar las estampas,
dormirme en tu cama
frente a los elefantes de porcelana.
Yo no me podría olvidar de ti,
me entregaste la paciencia de tus ojos
y la dulzura de tus labios,
un abrazo y una bendición,
son los recuerdos de un amor perfumado,
gardenias y reinas por una noche,
son los momentos de una infancia,
una vejez, una vida con ritmo en el corazón.

lunes, 30 de octubre de 2017

Cantos de la buena memoria

No todo era estéril y agonizante,
sesgado por lúgubres ángulos,
interminables horizontes de nada,
huesos cargados de gritos y llantos
ahogados en el polvo insaciable
que se cuelgan en la memoria,
voy a buscar en la bruma de mi alma
los días de antes, antes del viento mortal.

Hubo cuerpos de aguas cristalinas
que transitaban todos los senderos sin detenerse,
nutriendo cada hendidura y cada arteria,
atravesando cañadas, valles y montañas,
solían brotar una marea de formas y texturas,
hubo árboles y aves, poblaciones y tiempo alrededor,
había rayos solares que impactaban contra la superficie
y su luz bañaba los cuerpos brindándoles energía y calor.

Había flores inclinadas, flores dispersas,
flores sobre las piedras y sus versos,
piedras olvidadas cayendo al abismo,
piedras benditas de otros tiempos,
esas eran las cosas que tenían un valor,
esas eran las cosas que tenían un nombre.

No era esta la sombra vacía,
sé que había un amor, un calor, una caricia sensitiva,
no era mi voz un eco total,
sé que había una canción, un deseo, un ser humano en mí.

domingo, 29 de octubre de 2017

Sentado en la penumbra

Versión haciendo uso de la intertextualidad (versos de José García Nieto)

Yo mismo soy mi mismo abismo;
mi misma angustia me conforta.
Que alguien advierta mi llanto,
que alguien se vuelva hacia mí.
Yo mismo soy mi mismo frío;
mi misma soledad me abriga.
Que alguien pronuncie mi nombre,
que alguien se entere de mi alma.
Que sepan que yo sigo aquí,
que late en mí, aún late en mí.


Versión sin intertextualidad(original)

Yo mismo soy mi mismo abismo;
mi misma angustia me conforta.
Que alguien advierta mi llanto,
que alguien se vuelva hacia mí.
Yo mismo soy mi mismo tiempo;
mi misma espera me mantiene.
Que alguien pronuncie mi nombre,
que alguien se entere de mi alma.
Que sepan que yo sigo aquí,
que late en mí, aún late en mí.

jueves, 19 de octubre de 2017

Lejanía tropical

Una sola vez pudo sentir, con el corazón
la embriagante aura que eleva las almas,
todo este tiempo fue mío y fue pleno;
hoy rompen las olas en la lejanía tropical,
las palmeras anuncian su llegada,
baña mi rostro la luz más intensa
y a mi espalda las gotas de sudor,
espero aquí con la brisa
que recita dulcemente
el nombre de los muertos.

Ya estoy seguro, sé que la marea vendrá,
he decidido, quiero verla por mí mismo,
quiero estar adentro suyo una vez más,
dejarme arrastrar y ser devorado al fin,
quiero sentir la abrumadora conmoción
de su inmensidad y descubrir el silencio
perlado que nace ahí con el despertar.

Soy arena en sus manos,
soy espuma en su boca,
me voy a casa y mi corazón navega en calma,
nos vamos con la marea, nos vamos
dejando tristes y pulcros cantos,
borrando nuestras huellas sobre la playa,
así transitan las almas a la eternidad.

martes, 17 de octubre de 2017

Enemigo de un mundo ausente

Vengo de las cuevas bendecidas por Éufrates y Tigris,
mi piel carga la arena de aquellos desiertos antiguos
y mi rostro lleva el signo de un ritual insospechado
he contemplado planicies sin un principio ni un final,
he navegado por incontables millas
y he alcanzado numerosas cumbres,
no hay senderos que no pueda recorrer,
no hay muros que impidan mi paso
y se bien lo que es propio a cada tiempo.

Vengo de muy lejos por lo que es mío,
vengo por las piedras preciosas de la tierra que agitas,
vengo por los árboles que viste y no viste crecer,
por las flores y los animales y todo solemne recurso
que con tu estupidez has tocado y condenado,
vengo por el nombre que te dieron tus padres,
por tu escudo, los gemidos y los cantos de gloria.

Voy a arrebatarte la calma
con el estruendo avasallador de los tambores,
con el empuje violento del sismo,
con la indiferencia mortal del hombre,
voy a conmocionar tu corazón,
marabunta de generaciones de este y otros siglos,
entre las voces de ideales olvidados en el fuego.

Tomaré todo de ti y se lo entregare a tus enemigos,
pasará un poco de tiempo y también a ellos tomaré,
no debes olvidar, que todo esto se ha visto ya,
ante todo, le han dado memoria al hombre para recordar
y le han dado permiso al tiempo para contar mis hazañas,
para que lleguen hasta tu pecho y entiendas y temas,
claramente digo que fue este el destino del hombre.

Estoy presente en las partículas
que azotan el aire, un aire de plomo,
soy los glaciares que se derriten,
soy el enemigo de un mundo ausente,
soy la ojiva nuclear, yo soy, la guerra.

sábado, 14 de octubre de 2017

Plegaria / Quédate en mi

Yo no soy digno de estar contigo
y aun así me ofreces tu pan,
vámonos ya y quédate en mí,
que ya no quiero estar solo ni perdido,
ya no quiero distraerme y olvidarme,
quiero que te quedes en mí
y yo quedarme en tu amoroso corazón.

miércoles, 27 de septiembre de 2017

Invierno

Soñé que estabas aquí,
soñé que te acostabas a mi lado haciendo juntos un nido
y nuestro descanso era como un río de inalterables aguas,
tan cristalinas como el bendito azul de tus ojos,
aquellos ojos en los que yo alguna vez me mire,
todo lo vivido por amado se sufre y si se sufre no se olvida.

Soñé que estabas aquí,
soñé que presionabas tus piernas contra las mías,
tu pecho contra el mío como diciendo aquí estoy,
soñé que con tus manos te aferrabas a mi espalda
y no me soltabas aun cuando la mañana nos inundaba con su luz
y la nieve se amontonaba fúlgida en las cornisas de la ventana.

Soñé que estabas aquí,
soñé que en las laderas abundaban tus flores,
que en esta tierra no había obstáculos para el amor,
que no cabía ni un solo reclamo en nuestro corazón,
que estábamos plenos amada mía, soñé que no te habías ido,
abrázame y no me dejes, que no puedo soportar el despertar.

sábado, 23 de septiembre de 2017

Traición

Ten calma, ten calma y no llores,
le digo con voz desecha a mi corazón
que yo no conocía este sufrir,
que no eres la primera ni la última
en ser humillada y ofendida,
todas sus promesas se fueron con la noche
que se arrastraba entre las sábanas.
Ten calma, ten calma y no llores,
pero ya no puedo contener mi tristeza,
mi llanto cae sobre mi pecho roto,
cierro los puños y aprieto los dientes
con una fuerza que no es mía, y lloro.
Lloro con su perfume adherido a mi piel,
lloro con el alma ahogada,
lloro con el corazón desgarrado,
lloro con el alba en mi ventana,
con ganas de olvidarme de todo y de nada.

Traición
Artista: Karla Maike Robles Cano

lunes, 11 de septiembre de 2017

Diálogos

Habrás escuchado la risa contagiosa,
fruto de una alegría sincera
que transporta a la tierna infancia.
Habrás sentido aquel abrazo cálido,
nacido de una fiel amistad
que resistió las horas y sus traiciones.
También habrás apreciado alguna vez,
las esperanzas y sus desilusiones
haciendo eco en las cuevas
donde ya no queda nadie más.
Háblame de la soledad y sus formas,
háblame de la dicha y sus nombres.
¿Tenemos los mismos privilegios aquí?
Dime si has sentido su pesada mano,
si acaso escuchaste su amorosa voz
y ¿cuál es el orden natural de estas cosas?
Quedar sordo al estruendo del fracaso
y refugiarse en el silencio indiferente,
espejos plateados con rostros ajenos,
cuerpos inaccesibles meciéndose
y piernas sin ansiedad.
La inesperada mirada afectuosa
que penetra y dilata el corazón,
descansar en sábanas limpias,
componer cantos en su nombre
y vivir dulcemente convencido.
Enamorar y enamorarse para crecer,
entregarse hasta perder la razón
y vivir sediento de su manantial.
Contemplar la esperanza y la vida
con unos ojos que no son tuyos.
Flotar y desaparecer en la nostalgia
esperando los últimos epigramas
aquellos versos antiguos y ocultos,
versos de ira, desdén y pasión,
olores, sabores, imágenes y virtudes
que satisfacen cualquier placer.
Inútilmente repetir labores
hasta comprender y cambiar,
de los sepulcros regresar
con o sin un consuelo
y dar lugar a los recuerdos,
sentirse seguro y comprendido
dejando lágrimas sobre su piel.
Pretender que se puede
contener la ira del mar
con todas sus glorias
y sus dolores por vivir.
Entonces dime, sombra de mí
si esto es razonable…
Si el corazón merece sufrir.

domingo, 3 de septiembre de 2017

Flores de jazmín

Ayer dormitaba sobre el camastro de tela,
contemplando las flores de nuestro jardín,
una leve brisa desfilaba dejando su estela,
toda perfumada por tus flores de jazmín.

Observe a las aves que anidan en el ciprés,
aquellos jilgueros que anunciaron su invernada
y me alegré al escucharlos cantar otra vez,
igual que antes, hicieron de nosotros su morada.

Miraba con amor todas estas cosas, pensando en ti,
perdido, rozando los bordes de tu imagen preciosa,
dormitaba seguro sobre tu pecho, hasta que volví
y más allá, a la distancia, me di cuenta de mi espera.

Ya no están las aves que trinaron tus melodías
y ya no es igual, el perfume de tus flores de jazmín
y más allá, solo conservo en la piel tus alegrías,
oh amor de mi vida, te ruego vuelvas pronto a mí.

Flores de jazmín
Artista: Karla Maike Robles Cano

jueves, 10 de agosto de 2017

Es imposible

Es un dolor ardiente
que estremece los huesos
y se roba las fuerzas,
que corre violento desde
el estómago hasta la boca,
mi cuerpo distingue su peso sobre la tierra
y mi alma flota libre sobre recuerdos.
¿A dónde se fue la calma?
Está fuera de mí.
Su rostro destella en mis ojos cada vez que parpadeo
y su nombre se queda en mis labios sin poder pronunciarlo,
todos los asuntos se desvanecen
dejando polvo en el suelo,
todo lo que veo se desenfoca y se aleja,
y cada respirar es una oración
que oprime y lastima el corazón.
Hay un signo por encima de mí,
esta es la certeza de mi esperanza,
el testimonio fiel de su promesa.
¿Por qué pues, estoy llorando?
Yo, que conozco la verdad y la vida,
Sé también, que es imposible ignorar este dolor.

sábado, 24 de junio de 2017

La voz de tu añoranza

Esta es la suerte
del que espera
frente a una ilusión
¿Es esta la fiebre,
es el dolor,
de estar lejos de ti?

Todas las promesas
arden en mi pecho
con miedo de no volver,
es un ardor que mata.

El viento sopla violento
y hay algo en la lluvia
que hipnotiza el despertar,
las gotas perforan la tierra,
alguien se va a ahogar
en esta espera.

No deja de llamarme en las mañanas
la voz que porta el viento a mi ventana.
Oh mi amor ¿Es esta la voz de tu añoranza,
un lamento que me reclama volver a ti?

Esta es la suerte
del que espera
frente a un recuerdo.
Ya no quiero esperar,
no puedo ser feliz así,
este es mi sendero hacia ti.

sábado, 27 de mayo de 2017

Pequeña ave

Pequeña ave de tono y sencillez,
ven y desdobla mi quietud,
trina en mis palabras,
cántame al oído
y entre los espacios
de llanto y nostalgia
dale luz a un instante.
¡Canción de gratitud y serenidad!

Tú que puedes,
húndete en el pasto,
báñate en la lluvia,
bésate con las flores,
marcha y busca tu alimento,
vaga en las montañas,
sube entre las nubes,
baja a los abismos,
juega entre los vientos
y con las corrientes
llega a los confines
donde las inquietudes
circulan como suspiros entre tus alas,
pues no comprendes
nada más allá de la luz de la mañana.

Te posas en las ramas, en los bordes y en las cimas
y ahí donde impera tu canto,
donde tus plumas resplandecen
y tú corazón se enzarza,
haces tú nido
y eres libre de volver y no volver,
hacer tuyos los caminos,
como yo lo hice ayer
como lo soñé esta mañana.

Por favor, no abandones mi casa
¿Harías tu nido aquí?
Acompáñame hasta el fin de mí tiempo,
si yo pudiera, escaparía colgado de tu ala,
pero estoy atado a esta tierra,
al igual que tú estoy desprotegido a su llamado,
no somos más que las hojas,
arrastradas por el viento
en espera de un descanso
y nuestros días valen lo mismo bajo el sol,
pero tú, pequeña ave de candor y luz,
naciste libre de estos desvelos,
tú no posees nada
y no necesitas saber,
si acaso hay un propósito,
o un antes o un después.

Si te quedaras aquí conmigo,
contemplaría y escribiría a tu libertad,
¡A tu candor y tu tono y sencillez!
… Pero te privaría de ser.
¿Quién soy yo para tomarte
y hacerte mía?
Oh pequeña ave, por favor vuelve,
cuando tu más lo desees.
Ya que sería preferible morir,
antes que arrebatarnos,
a ti de ser ave del cielo,
y a mí de ser hombre del mundo.

Pequeña ave
Artista: Karla Maike Robles Cano

sábado, 20 de mayo de 2017

Volver al hogar

Cuando parto, me pertenece el polvo de esta tierra, la brisa que mueve las cosas, los gritos ahogados y los besos que no serán, son mías las flores que brotan en la piel, la sensualidad del horizonte y la soledad de las calles, son míos los rayos de sol que se filtran por las ventanas y las esperanzas envueltas en confusos colores, mío es también, el sufrimiento y la agonía final, con todos sus clamores y angustias, las piedras de río y las risas comunes, poseo cada una de las voces del camino público y me apropio de las miradas que me persiguen, sé de todo cuanto ocultas con tu hermoso silencio y soy dueño de la luz que rodea mi alma. Soy un poeta brillante, soy un inconsciente, un ignorante, soberano celoso de todo lo que me pertenece y lo libero de esta tiranía, lo libero de este mundo y de mí mismo escribiendo sus cantos y sus rimas.

domingo, 23 de abril de 2017

Lux In Tenebris

¿Dónde estoy?
Me han tomado y me han puesto en soledad,
me han tomado y me han puesto en tinieblas,
estoy sediento y cansado,
tengo frío y mis ojos se apagan,
no sé si podré seguir así,
me han despojado de todo lo mío,
solo conservo en mis manos un cirio
y los nombres de mi amor,
obsequios de los días de vida.

Sin darme cuenta
se ha encendido mi cirio,
el fuego me da calor y aviva mis ojos,
acaricia mis manos y mi alma,
puedo volver a percibir mi rostro,
ahora, ya no estoy solo.

De pronto, surge un viento terrible
que amenaza con arrebatarme la luz,
tengo que mantenerla viva,
la cubro con mis manos,
como un padre que sufre protegiendo a su hijo
o un hombre que se aferra a su existencia,
en sus últimos momentos de lucidez.

Cuando el viento golpea la flama
dejándola al borde de la muerte,
ella baila y resurge con ímpetu,
tan solo para volver a ser golpeada,
nunca antes había sufrido así
y siento que las horas pasan.

Esta llama es como mi vida,
tan frágil que quiere apagarse,
tan potente que quiere trascender,
ahora todo está en calma,
el viento ha detenido su fuerza
dando tregua a mi dolor.

No puedo apartar la mirada
¿Qué hay en el danzar de la llama?
¿Qué hay al contemplar esta soledad?
Es un misterio que hipnotiza,
veo mil sombras
que corren entre mis manos,
veo la vida y veo la muerte
y cuando llega el final de esta hora,
cuando penetro al fin en esta meditación,
te veo a ti, triunfante
y me deslumbras con tu gloria.

Esta es la noche,
la noche que prometiste,
cúbreme en tu luz
como un manto,
ya no tengo sed
y tampoco estoy cansado,
porque esta es la luz,
esta es la paz y el bien.

jueves, 13 de abril de 2017

Cuerpos silvestres

No me encontrarán
con sus gestos falsos,
me refugiaré
en las voces y en los astros
de la inconsolable noche,
noche de tristes poemas.

No me adornarán
con sus prendas de barro,
yo me fundiré
en las piedras y los llantos
de mi hermana tierra,
tierra de cantos andantes.

No me atarán
a la sombra de un arma,
mientras sus ojos brillen
sus pies me guíen
yo estaré libre,
libre de ensueños y vanidades.

Y me mirarán
entre los cuerpos silvestres,
me renovaré
y cada acto desde ahora
será un acto de amor,
amor al hombre y a la vida.

lunes, 27 de marzo de 2017

Ágata azul

Llegará un momento en este mundo,
cuando las flores danzantes de los campos,
olvidadas, muertas ya en lo profundo,
permanezcan en torpes retumbos mudos
de la mujer y el hombre desvanecido,
dolientes afligidos de romanticismo,
aquellas montañas antes majestuosas,
no albergarán más pasiones vigorosas,
aquellos glaciares, signo de ancestral letargo,
quedará todo reducido a lágrimas de espanto
y aún en ese tiempo mi alma brillará
con un resplandor sutil y cálido
y aún con todo este pesar árido,
entre los latidos de mis versos nacerá,
la forma y color de nuestro beso,
el más íntimo y verdadero rezo,
ahora sé cuál será para mí la última noche,
aquella será la última estela de mi resplandor,
se extinguirá cuando te olvides mi nombre,
pues ya no podré seguir viviendo sin tu amor.

lunes, 30 de enero de 2017

El canto de un visitante

Un buen día aquel hombre vino a mi hogar y me dijo:
Existen en mí las voces de los incautos y de los sabios,
de los mendigos y de los zares,
hay en mí, manos justas y manos criminales,
pechos de madres, pies de esclavos y risas de niños,
me estremezco con el trinar del jilguero en la campiña,
las partículas que flotan y resplandecen en la sombra,
las comisuras de tus labios y las arrugas en tu piel,
todo hombre y toda esencia es un milagro,
puedo sentir con mis pies desnudos la grava y también la hierba,
puedo besar las flores, los árboles y también las piedras
y darme una forma con el amoroso viento de la mañana,
porque soy libre, he nacido puro, hermoso y verdadero,
no privo a otro ser de su libertad, pues aunque mi condición
no me despoja del mal ni del deseo, si me permite ver a través de ambos,
es así que por elección aparto toda naturaleza violenta y destructiva,
no hay en mí una cuestión que me lleve al mal,
estoy presente en el lago del alma,
yo tomo un camino sin aspirar ningún destino
porque todos los destinos son míos,
me pertenecen desde el momento en el que nací, libre,
libre de arrastrarme, trepar y sumergirme
en toda especie de mi comprensión y de mi ignorancia.

sábado, 28 de enero de 2017

Hace tanto tiempo ya

Abre los ojos a donde no hay nada que mirar,
entre las miserias sin ruidos, está encerrada
¿Será este suelo el peor lugar para despertar?
Acaricia su rostro sin poder creer, abismada
si, echada a oscuras en el eco de su esclavitud,
donde una mañana, perdió la inocencia de mujer
junto con todas las flores que adornaban su piel,
siente tanto frío, como el de un estrepitoso alud.


Hace tanto tiempo que no la ha visto,
hace tanto ya.

En ocasiones s
ueña sus cabellos castaños,
todos los lunares de su cara y sus abrazos,
recuerda sus manos pero no su rostro
y todas esas voces no son la de ella,
quizás el color de su cabello fuese otro
y duele más, que cualquier otra pena.

Hace tanto tiempo que ella no recuerda,
hace tanto ya.

Ella no recuerda y solo llora,
soñando cómo era su mamá,
una alarma grita sin más, a la distancia
y su alma mutilada gime una esperanza,
de alguna manera pronto todo acaba.