Cuando parto, me pertenece el
polvo de esta tierra, la brisa que mueve las cosas, los gritos ahogados y los
besos que no serán, son mías las flores que brotan en la piel, la sensualidad
del horizonte y la soledad de las calles, son míos los rayos de sol que se
filtran por las ventanas y las esperanzas envueltas en confusos colores, mío es
también, el sufrimiento y la agonía final, con todos sus clamores y angustias, las
piedras de río y las risas comunes, poseo cada una de las voces del camino
público y me apropio de las miradas que me persiguen, sé de todo cuanto ocultas
con tu hermoso silencio y soy dueño de la luz que rodea mi alma. Soy un poeta
brillante, soy un inconsciente, un ignorante, soberano celoso de todo lo que me
pertenece y lo libero de esta tiranía, lo libero de este mundo y de mí mismo escribiendo
sus cantos y sus rimas.
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