lunes, 30 de octubre de 2017

Cantos de la buena memoria

No todo era estéril y agonizante,
sesgado por lúgubres ángulos,
interminables horizontes de nada,
huesos cargados de gritos y llantos
ahogados en el polvo insaciable
que se cuelgan en la memoria,
voy a buscar en la bruma de mi alma
los días de antes, antes del viento mortal.

Hubo cuerpos de aguas cristalinas
que transitaban todos los senderos sin detenerse,
nutriendo cada hendidura y cada arteria,
atravesando cañadas, valles y montañas,
solían brotar una marea de formas y texturas,
hubo árboles y aves, poblaciones y tiempo alrededor,
había rayos solares que impactaban contra la superficie
y su luz bañaba los cuerpos brindándoles energía y calor.

Había flores inclinadas, flores dispersas,
flores sobre las piedras y sus versos,
piedras olvidadas cayendo al abismo,
piedras benditas de otros tiempos,
esas eran las cosas que tenían un valor,
esas eran las cosas que tenían un nombre.

No era esta la sombra vacía,
sé que había un amor, un calor, una caricia sensitiva,
no era mi voz un eco total,
sé que había una canción, un deseo, un ser humano en mí.

domingo, 29 de octubre de 2017

Sentado en la penumbra

Versión haciendo uso de la intertextualidad (versos de José García Nieto)

Yo mismo soy mi mismo abismo;
mi misma angustia me conforta.
Que alguien advierta mi llanto,
que alguien se vuelva hacia mí.
Yo mismo soy mi mismo frío;
mi misma soledad me abriga.
Que alguien pronuncie mi nombre,
que alguien se entere de mi alma.
Que sepan que yo sigo aquí,
que late en mí, aún late en mí.


Versión sin intertextualidad(original)

Yo mismo soy mi mismo abismo;
mi misma angustia me conforta.
Que alguien advierta mi llanto,
que alguien se vuelva hacia mí.
Yo mismo soy mi mismo tiempo;
mi misma espera me mantiene.
Que alguien pronuncie mi nombre,
que alguien se entere de mi alma.
Que sepan que yo sigo aquí,
que late en mí, aún late en mí.

jueves, 19 de octubre de 2017

Lejanía tropical

Una sola vez pudo sentir, con el corazón
la embriagante aura que eleva las almas,
todo este tiempo fue mío y fue pleno;
hoy rompen las olas en la lejanía tropical,
las palmeras anuncian su llegada,
baña mi rostro la luz más intensa
y a mi espalda las gotas de sudor,
espero aquí con la brisa
que recita dulcemente
el nombre de los muertos.

Ya estoy seguro, sé que la marea vendrá,
he decidido, quiero verla por mí mismo,
quiero estar adentro suyo una vez más,
dejarme arrastrar y ser devorado al fin,
quiero sentir la abrumadora conmoción
de su inmensidad y descubrir el silencio
perlado que nace ahí con el despertar.

Soy arena en sus manos,
soy espuma en su boca,
me voy a casa y mi corazón navega en calma,
nos vamos con la marea, nos vamos
dejando tristes y pulcros cantos,
borrando nuestras huellas sobre la playa,
así transitan las almas a la eternidad.

martes, 17 de octubre de 2017

Enemigo de un mundo ausente

Vengo de las cuevas bendecidas por Éufrates y Tigris,
mi piel carga la arena de aquellos desiertos antiguos
y mi rostro lleva el signo de un ritual insospechado
he contemplado planicies sin un principio ni un final,
he navegado por incontables millas
y he alcanzado numerosas cumbres,
no hay senderos que no pueda recorrer,
no hay muros que impidan mi paso
y se bien lo que es propio a cada tiempo.

Vengo de muy lejos por lo que es mío,
vengo por las piedras preciosas de la tierra que agitas,
vengo por los árboles que viste y no viste crecer,
por las flores y los animales y todo solemne recurso
que con tu estupidez has tocado y condenado,
vengo por el nombre que te dieron tus padres,
por tu escudo, los gemidos y los cantos de gloria.

Voy a arrebatarte la calma
con el estruendo avasallador de los tambores,
con el empuje violento del sismo,
con la indiferencia mortal del hombre,
voy a conmocionar tu corazón,
marabunta de generaciones de este y otros siglos,
entre las voces de ideales olvidados en el fuego.

Tomaré todo de ti y se lo entregare a tus enemigos,
pasará un poco de tiempo y también a ellos tomaré,
no debes olvidar, que todo esto se ha visto ya,
ante todo, le han dado memoria al hombre para recordar
y le han dado permiso al tiempo para contar mis hazañas,
para que lleguen hasta tu pecho y entiendas y temas,
claramente digo que fue este el destino del hombre.

Estoy presente en las partículas
que azotan el aire, un aire de plomo,
soy los glaciares que se derriten,
soy el enemigo de un mundo ausente,
soy la ojiva nuclear, yo soy, la guerra.

sábado, 14 de octubre de 2017

Plegaria / Quédate en mi

Yo no soy digno de estar contigo
y aun así me ofreces tu pan,
vámonos ya y quédate en mí,
que ya no quiero estar solo ni perdido,
ya no quiero distraerme y olvidarme,
quiero que te quedes en mí
y yo quedarme en tu amoroso corazón.