lunes, 25 de febrero de 2019

Pantano

Despertar en las aguas
donde los sapos duermen
y la conciencia espera,
gritar hasta desvanecerse.

Conteniendo la respiración
aferrarse a la tierra fría
salir de su turbio manto
en un instante de temor
ya que mi voz es doble
y ella nunca deja de hablar.

Esta planta es tu mano,
sus labios son guijarros,
tus piernas son lenguas de sal
y el polvo gris entre sus dedos
son pequeñas raíces rojas
trepando en nuestros ojos.

Si tus lágrimas pudieran brotar
a través del lodo y las algas
ya no estaríamos ahogados,
entonces ella dejaría de hablar.

Sientes como la pesadez terrible
de aquel limo reptante y verdoso
se acumula sobre tus hombros
obligándote a flotar
dejando escapar solo sus gritos
en burbujas de aire.

Las algas enloquecen como pirañas
rodeando tu cuerpo y envolviéndonos
tus piernas, sus brazos como troncos
una fuerza viva para aplastarlo todo.

Finalmente el monstruo emerge
levantándose del pantano
entre flores rosadas y espuma
te quedas en la superficie
escuchando la voz de tu amada
con una súplica exhausta
detén al monstruo, destrúyelo
y déjame callar felizmente.

viernes, 22 de febrero de 2019

Era febrero

La cama destendida y llena de almohadas
puerta y ventanas cerradas todos los días
tantas veces que serán la última
despidiéndose en silencio cálido
un lugar que no puede ser hogar
pero que si se comporta como tal
con sus arañas en las esquinas
un ojo siempre abierto de noche
el ronquido de muebles cansados
la visita esperada que apaga la luz
y se duerme contigo para que sientas
como todo ya va a estar bien mañana
esa luz de texto blanco y sonámbulo
que no se apaga ante la inspiración
hace llorar las horas y el cansancio
pero arrulla con dulzura al terminar
y se termina por última vez
un día tranquilo de febrero.


martes, 19 de febrero de 2019

Viejos castillos olvidados

Abrir y cerrar la reja,
que nadie pueda entrar
durante mi ausencia,
abrir y cerrar la reja,
en una incesante danza
de horas silenciosas.

Vientos enardecidos
revolviéndomelo todo
con sus manos huesudas,
fauces espumosas
devorando el papel
atormentado por tintas.

Gotas acumulándose
sobre superficies transparentes,
quieren atravesarnos
hacernos sentir como
viejos castillos y mudos relojes
sin poder hacer nada.

Abrir y cerrar la reja,
echadla abajo con fuerza,
traedme mi espada,
abrir y cerrar la reja,
que intenten pasar ahora
a través de mi aura.

lunes, 18 de febrero de 2019

Temor

Con el aleteo de las aves
se despierta en mi pecho
un temor inmenso y dorado,
como el atardecer del caminante
que ha hecho su andar firme
en busca de un campo fresco
donde el perfume de tulipanes
le renueve esa promesa sincera
que este mundo arrebata
con horribles habladurías.
Este temor me llena,
es un fuego azulado que corre
incendiando el estómago,
sofocando los pulmones,
bañando el rostro con sus flores
y llevándome muy lejos sin partir,
a donde la promesa se cumple
y el temor que invoco las fuerzas
para alcanzar la dicha desaparece
en un acto que me consagra a tu vida
porque no soporto la mía sin ti.

jueves, 14 de febrero de 2019

Las calles de una ciudad

Escúchame un poco de amor infinito,
breviario de una extraña felicidad,
de alguien que gusta de hablar solo,
de aquel encanto que sueles usar,
cuando voy a buscarte
y vienes a encontrarme,
antes de que todas las luces se apaguen
en esas calles que yo aún no he visto,
que te encantan cuando no queda nadie,
y lees todas las cosas que te escribo.

miércoles, 13 de febrero de 2019

Círculo de piedras

Recuerdo el terrible paso por la senda boscosa,
el sonido de secos pasos descuidados,
la ruptura de ramas y el estruendo de arbustos
protestando frente a testaruda juventud,
un valor ciego que se extiende en línea recta
buscando ríos que cruzar,
recuerdo la zona más profunda de sombras
mermando el entusiasmo
con silencios profundos cediendo ante ecos lejanos,
llevándome hasta los sitios nunca antes explorados
donde las piedras imperan sobre verde manta
dejando a algunas pocas hijas asomarse
para engañar la vista del agotado viajero,
pensando: “Aquí es apto para poder descansar”.
A pocos metros se alzaba una formación peculiar,
una invitación para interrumpir mi deseada pausa,
una guardia solemne de piedras
de no más de dos metros de alto,
protegiendo un terreno completamente estéril,
a excepción de un muñón robusto casi centrado,
parecía todo un círculo perfecto
y se despertaba en mí un temor
por tan natural belleza encontrada
pero mi atrevimiento me hizo entrar
y pude ver montones bien esparcidos
de tenues cenizas blancas y azuladas,
también pude ver símbolos muy desgastados
grabados en las piedras como letras antiguas,
ante todo esto se respiraba una frescura anormal,
una sensación serpenteante sobre el aire,
agradable pero que no era propia de este bosque,
pensaba en quedarme por un tiempo más,
hasta que escuche el ulular frío
que estremeció todo mi cuerpo,
la sorpresa no aturdió mi razón
pues busqué rápidamente la fuente
en las copas de los árboles vecinos,
cuando me di cuenta por fin
de que aquel sonido helado provenía de las piedras
a través de sus bocas de runa
que comenzaron a brillar en tonos azules y verdosos,
desafiando toda mi lógica y mi coraje
con una escena fuera de este mundo,
sin entender lo que ocurría ante mis ojos
deje atrás aquella entereza
y salí corriendo con espanto,
como pude volví al camino que conocía
para salir del bosque
cargado de un asombro mudo y miedo,
ese día sentí algo
que solo puedo describir como una energía antigua,
es algo que habita el bosque y proviene de otro lugar.

domingo, 10 de febrero de 2019

Gárgola

Oculta entre las piedras y los peatones
hay una voz que el tiempo desordena,
una vigilante cautiva
y segura de ser libre,
encargada de no intervenir
ante las caras de espanto
que son arrojadas al aire
por el pobre y necesitado,
no sufre ni conoce el placer,
solo la vigilia inmutable
y abrazada por el óxido,
una causa que no entiendo ni soporto
mientras me toca con sus ojos de metal.

viernes, 8 de febrero de 2019

Arte divagante

Quizás, alguna vez, en un honesto y moderado estudio
hubo, una figura, una obra de arte que
si bien, ella se sabía genuinamente hermosa,
nadie, ni el autor cuyo nombre no interesa
y mucho menos ella, sabían a ciencia cierta lo que era,
si acaso una escultura venida de otro tiempo,
o una pintura cargada de simbolismos elevados,
una obra interactiva capaz de escuchar el pensamiento,
una partitura que ya muy pocos podrían reproducir,
o un poema sobre las hormigas y los granos de sal,
ahí ella, pretenciosa de todo, víctima de nadie,
tanto asombraba los sentidos pues
su cuerpo tenía una forma tal
que era indecible y prodigiosa,
si tenía comezón en la nuca se rascaba con los codos
y se mordía las pestañas cuando andaba aburrida
sus pies la cubrían del sol y la lluvia
y las flores de su cintura lloraban piedras
su risa contagiosa como una charla entre hienas y loros
y ese rostro que embona bien con todo nombre,
nadie tan hermosa como ella
nadie tan elaborada, permanente, original,
mística y profunda, magnífica,
alguna vez, en un honesto y moderado estudio, quizás.

jueves, 7 de febrero de 2019

Una firme declaración

No recuerdo muy bien algunas cosas importantes,
y tampoco se mucho de lugares fascinantes,
pero reconozco tu figura a la distancia
y esos rizos oscuros donde quiero perderme,
el adorable aroma de tu fragancia,
esa sonrisa tuya que cambia mi suerte
y el sitio seguro que hay en tus brazos,
la voz calmada que tanto adoro,
te sigo con mis palabras y mis pasos,
todo nuestro tiempo es un tesoro,
como los segundos justo antes de verte
luego de salir del trabajo
o antes de esa primera cita en el cine,
como una historia para nuestros hijos
tan solo un par de años después
de que me honres y me hagas tu marido,
como esa indefinida espera
hasta que nos conocimos,
amándonos de esta manera
sintiéndonos realmente vivos.

lunes, 4 de febrero de 2019

Espejismo

Mil agujas escurren por mi frente
estallando sobre su arena cruel,
la mujer de finas ropas verdosas,
ella salvaje y su implacable sed
seduciéndonos y defraudándonos,
conjurando un oasis plateado
en medio del olvido y el calor,
caminamos por la sal sin descanso,
el sol arañándome los antebrazos y la espalda,
los pies deformados, se arrastran sobre lijas,
las rodillas ceden al tiempo que suplican perdón
y los brazos se sumergen como peces
guiados por una corriente invisible
caen sin fuerzas a un abismo sin retorno
hasta que los ojos al fin se cierran
y con el despertar todas las fuerzas vuelven a mí,
ahora me inunda un sentir fresco y desconocido,
como una nostalgia inexistente,
una suerte de paraíso prometido.

sábado, 2 de febrero de 2019

Tu presencia en mi

Te veo en todas partes,
en los parques, en la avenida y la estación,
como un dulce obsequio,
un resplandor discreto e inconfundible
procurándome el deleite,
exaltando mi imaginación con su brillo
que se perfila inocente,
siempre a través de las cosas comunes,
la espera pacífica y larga,
la carga pesada y preciada,
en los rostros de amigos y extraños
y aquel gesto noble y despreocupado,
en el reencuentro emotivo
y aquel encanto nocturno
de las calles dormidas,
tu amor se ha quedado en mi
como un perfume hecho al gusto,
de forma tal que ningún evento
podría sacarme ya de este hechizo.

viernes, 1 de febrero de 2019

Última misión

Te escribo para no sufrir más,
pretender que yo y mis letras
salimos de este desierto
sin borrarnos, sin heridas mortales
sobre el cuerpo de papel,
que cruzamos el océano
en una barca segura y bien diseñada,
navegando, no dormidos,
que viajamos por el país
de las máscaras de estrellas sin patria,
sin ser acusados de traición
y que llegamos a tus tiernos brazos
y nos miras con esos ojos de madre.

Ojalá que tu promesa siga viva
y no te hayas metido en asuntos
de esas personas imperdonables
con sus destrezas y habladurías,
te prohibí esos males en tu vida
porque no soportaría verte infeliz,
por favor dame el preciado consuelo
de saber que si me has escuchado.

Pronto tendré que salir de nuevo
hacia el terrible campo de batalla
y me han dicho que por gracia divina
esta será nuestra última misión.

Aguarda un poco más y volveré,
aún si se vuelve fría esta espera
te prometo que me verás llegar,
ligero, ya sin miedo y sin armas.