viernes, 1 de febrero de 2019

Última misión

Te escribo para no sufrir más,
pretender que yo y mis letras
salimos de este desierto
sin borrarnos, sin heridas mortales
sobre el cuerpo de papel,
que cruzamos el océano
en una barca segura y bien diseñada,
navegando, no dormidos,
que viajamos por el país
de las máscaras de estrellas sin patria,
sin ser acusados de traición
y que llegamos a tus tiernos brazos
y nos miras con esos ojos de madre.

Ojalá que tu promesa siga viva
y no te hayas metido en asuntos
de esas personas imperdonables
con sus destrezas y habladurías,
te prohibí esos males en tu vida
porque no soportaría verte infeliz,
por favor dame el preciado consuelo
de saber que si me has escuchado.

Pronto tendré que salir de nuevo
hacia el terrible campo de batalla
y me han dicho que por gracia divina
esta será nuestra última misión.

Aguarda un poco más y volveré,
aún si se vuelve fría esta espera
te prometo que me verás llegar,
ligero, ya sin miedo y sin armas.

No hay comentarios.: