lunes, 30 de enero de 2017

El canto de un visitante

Un buen día aquel hombre vino a mi hogar y me dijo:
Existen en mí las voces de los incautos y de los sabios,
de los mendigos y de los zares,
hay en mí, manos justas y manos criminales,
pechos de madres, pies de esclavos y risas de niños,
me estremezco con el trinar del jilguero en la campiña,
las partículas que flotan y resplandecen en la sombra,
las comisuras de tus labios y las arrugas en tu piel,
todo hombre y toda esencia es un milagro,
puedo sentir con mis pies desnudos la grava y también la hierba,
puedo besar las flores, los árboles y también las piedras
y darme una forma con el amoroso viento de la mañana,
porque soy libre, he nacido puro, hermoso y verdadero,
no privo a otro ser de su libertad, pues aunque mi condición
no me despoja del mal ni del deseo, si me permite ver a través de ambos,
es así que por elección aparto toda naturaleza violenta y destructiva,
no hay en mí una cuestión que me lleve al mal,
estoy presente en el lago del alma,
yo tomo un camino sin aspirar ningún destino
porque todos los destinos son míos,
me pertenecen desde el momento en el que nací, libre,
libre de arrastrarme, trepar y sumergirme
en toda especie de mi comprensión y de mi ignorancia.

sábado, 28 de enero de 2017

Hace tanto tiempo ya

Abre los ojos a donde no hay nada que mirar,
entre las miserias sin ruidos, está encerrada
¿Será este suelo el peor lugar para despertar?
Acaricia su rostro sin poder creer, abismada
si, echada a oscuras en el eco de su esclavitud,
donde una mañana, perdió la inocencia de mujer
junto con todas las flores que adornaban su piel,
siente tanto frío, como el de un estrepitoso alud.


Hace tanto tiempo que no la ha visto,
hace tanto ya.

En ocasiones s
ueña sus cabellos castaños,
todos los lunares de su cara y sus abrazos,
recuerda sus manos pero no su rostro
y todas esas voces no son la de ella,
quizás el color de su cabello fuese otro
y duele más, que cualquier otra pena.

Hace tanto tiempo que ella no recuerda,
hace tanto ya.

Ella no recuerda y solo llora,
soñando cómo era su mamá,
una alarma grita sin más, a la distancia
y su alma mutilada gime una esperanza,
de alguna manera pronto todo acaba.