lunes, 27 de marzo de 2017

Ágata azul

Llegará un momento en este mundo,
cuando las flores danzantes de los campos,
olvidadas, muertas ya en lo profundo,
permanezcan en torpes retumbos mudos
de la mujer y el hombre desvanecido,
dolientes afligidos de romanticismo,
aquellas montañas antes majestuosas,
no albergarán más pasiones vigorosas,
aquellos glaciares, signo de ancestral letargo,
quedará todo reducido a lágrimas de espanto
y aún en ese tiempo mi alma brillará
con un resplandor sutil y cálido
y aún con todo este pesar árido,
entre los latidos de mis versos nacerá,
la forma y color de nuestro beso,
el más íntimo y verdadero rezo,
ahora sé cuál será para mí la última noche,
aquella será la última estela de mi resplandor,
se extinguirá cuando te olvides mi nombre,
pues ya no podré seguir viviendo sin tu amor.