Ten calma, ten calma y no llores,
le digo con voz desecha a mi corazón
que yo no conocía este sufrir,
que no eres la primera ni la última
en ser humillada y ofendida,
todas sus promesas se fueron con la noche
que se arrastraba entre las sábanas.
Ten calma, ten calma y no llores,
pero ya no puedo contener mi tristeza,
mi llanto cae sobre mi pecho roto,
cierro los puños y aprieto los dientes
con una fuerza que no es mía, y lloro.
Lloro con su perfume adherido a mi piel,
lloro con el alma ahogada,
lloro con el corazón desgarrado,
lloro con el alba en mi ventana,
1 comentario:
Justo así, con ganas de seguir rememorando recuerdos y al mismo tiempo, con sólidos deseos de ya no pensar en lo que fue. Gracias por plasmar esa idea poeticamente :)
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