domingo, 5 de agosto de 2018

Placer y desfallecer

Que consuelo tan preciado
se encuentra en el cansancio,
de pie ante el umbral del colapso,
cargado de satisfacción y fracaso,
a punto de entregarse al sueño,
ligero para dormir en el fuego,
tocando sin sentir en el cuerpo
armónicos de algo raro y bello,
abandonando el dolor de los huesos,
sin saber si algún despertar aguarda,
entre gemidos mudos y quietos,
que intentan restaurar el alma.

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