lunes, 16 de julio de 2018

Volar

Veo las nubes moverse con una calma monstruosa,
acariciando las montañas con sus dedos fríos,
como llamándolas a despertar de algún sueño,
solo para tener su atención y entonces devorarlas.

Miro el verdor que se desvanece olvidándose de mí,
su rostro queda cubierto en blancura y levedad,
mi cuerpo se estremece al ver este mundo,
amando como todo se consume en nubes.

Llevándose mi razón ante las puertas de reinos ocultos,
donde las voces viajan a través de ensueños flotantes,
donde las formas cambiantes entran por mis ojos,
confundiéndome con su belleza imposible, escandalosa.

Su suelo se propaga sin piedad y se convierte en criatura,
soltándose de sí y otorgando formas a mil criaturas más,
cada una con sus inquietudes y caprichos,
apoderándose de mí y elevándome más.

No hay comentarios.: