martes, 24 de julio de 2018

Un sueño de ayer

En aquellas ciudades donde perdí amigos,
me olvide de mi nombre y aligeré mi carga,
hice todo cuanto pude por la causa,
como individuo, nunca como masa,
me encendí en llamas con el ideal de la justicia,
dicen que recorrí siempre las mismas calles en vano,
pero a tu lado, tomándote respetuosamente de la mano,
enterados de que hay algo bueno en el ser humano,
por lo menos eso fue lo que dejamos escrito,
tocados por aquella mancha inherente del bien hacer,
no hubo temor ni duda, solo un loable y tormentoso deber,
un ideal para quien pueda expresar un sueño de ayer,
no sería yo si no fuera por ti, amiga mía,
entre libros te defendí a ti y al mundo hasta la última letra,
me preguntaron los libres y los enfermos si valió la pena,
pero ellos no saben morir ni encontrar toda su fuerza.

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