He estado esperando lunas,
me he quedado en el frío solitario
suplicando bellezas algunas,
pensando lo que es primario,
esperando por el amanecer,
he abandonado la pertenencia y el sentido
ofreciendo lo que sé hacer
he ganado la experiencia que he querido
pero nada quema más que tu calor
y nada duele más que tu ausencia,
se agota el ritmo y
la elocuencia
y se borran tus sonidos y ese sabor,
he esperado horas por ti,
ya no sé lo que hago aquí.
Nuestra hora está por desvanecerse,
va muy rápido y no quiere detenerse,
va muy lento y ya no me interesa,
ilusión desesperada me confiesa,
se escurre, me derriba y me sostiene,
es la incertidumbre lo que se mantiene.
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