martes, 20 de marzo de 2018

Velada jaspeada

Deja que mis manos rompan el fino cordón de aire
que se sostiene dulcemente entre mi piel y tu piel,
deja que las horas circulen con el aroma nocturno,
que nace de blancos puros tendidos sobre la mesa,
coronas santas, benditas del Amazonas respirando
y de una dicha formada de breves suspiros robados,
cena conmigo y deja que la luz de plata nos bañe,
comamos del silencio amoroso oculto en la mirada
mientras la brisa silba una melodía desnuda y fiel,
que las sombras se levanten y se marchen veloces,
líbrate de desengaños y descansa ya de tus males,
tócame, que esta noche no es una ilusión desvelada,
abrázame inocentemente ante la promesa jaspeada
y disfrutémonos la vida, sin saber si volverá mañana.

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